El vestíbulo del Edificio real se constituye de un pórtico, con columnas blancas adosadas a las paredes de piedra y una galería arqueada, que desemboca en un amplio espacio de techo que se pierde en las penumbras y suelo de mármol níveo y negro. Dos escaleras blancas ascienden formando un semicírculo, contiguas la una a la otra, hasta las habitaciones superiores. Está decorada con un ornamentado reloj de pared, pinturas varias y un par de sillones de terciopelo rojo.
En el vesíbulo se suele esperar antes de comenzar las audiencias con el Rey, y siempre hay varios criados dispuestos a llevar el equipaje a los aposentos.