El bazar se encuentra situado en el extremo oeste de la ciudad, al lado del lago que la rodea por esa zona y en el que desemboca el río. Es el segundo zoco de venta de la ciudad, pero con la diferencia de que, además de pertenecer a la plebe, está conformado por tiendas y comerciantes ambulantes venidos de todos los rincones del reino, e incluso de más allá. En el serpenteante camino podemos encontrar fruterías, panaderías, herbolarios, venta de objetos exóticos, músicos, malabaristas y mucho más. Se respira ciudadanía, y sólo los criados de la nobleza se acercan de vez en cuando para hacerle la compra a sus señores.